Este título puede evocar la interjección proferida por un pirata con parche en el ojo y pata de palo (o parche en la pata y ojo de palo), pero realmente alude a dos figuras de la retórica. Por simplificar, se podría decir que tanto el retruécano como el calambur son juegos de palabras, lo mismo para algunos autores, pero no para otros (como Unamuno) .
El Diccionario de la Lengua afirma que ambos son juegos de palabras, pero establece una distinción al mismo tiempo.
Calambur tiene su origen en el término francés calembour, que los diccionarios suelen traducir precisamente como retruécano o juego de palabras.
Retruécano, por su parte, deriva de retrocar (volver a cambiar). Siendo así, el siguiente ejemplo proporcionado por el DLE parece acorde con la definición:
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente? (Quevedo)
Incluimos otro muy conocido:
¿Trabajas para vivir o vives para trabajar?
Seguramente todos conocemos este desde niños:
¿Usted no nada nada? No traje traje.
No obstante, el anterior es un calambur, y no retruécano, para ciertos autores.
En cuanto al calambur, el mencionado DLE afirma que se trata de una agrupación de varias sílabas de modo que alteren el significado de las palabras a que pertenecen. Ofrece el siguiente ejemplo:
Este es conde y disimula.
Retruécanos o calambures, parece que (nuevamente) no hay acuerdo entre los académicos, por lo que lo más sensato podría ser seguir jugando con las palabras independientemente del nombre del juego.